Antes de la llegada de los colonizadores españoles, el territorio de Fresia era habitado por los huilliches, uno de los pueblos originarios del sur de Chile. Su cosmovisión giraba en torno al equilibrio con la naturaleza, a la que consideraban sagrada. Practicaban una economía basada en la caza menor, la recolección de frutos nativos, la pesca en ríos y lagunas, y el cultivo de papas, maíz y porotos.

Los huilliches vivían en comunidades organizadas en torno a familias extendidas, y su vida cotidiana estaba profundamente marcada por la espiritualidad, la medicina natural y el respeto por el bosque. Hasta el día de hoy, en Fresia existen comunidades indígenas que conservan tradiciones ancestrales y defienden su cultura.

Fresia fue oficialmente creada como comuna el 30 de diciembre de 1911. Su nombre honra al político Recaredo Amador Fresia, y desde sus inicios se caracterizó por ser una zona con fuerte orientación agrícola y ganadera. La llegada de colonos chilenos y europeos, junto a la presencia de comunidades mapuche-huilliches, generó una rica diversidad cultural.

Durante gran parte del siglo XX, la comuna desarrolló infraestructura rural básica como caminos, escuelas y centros de salud, al mismo tiempo que fortalecía su producción campesina. Hoy, Fresia sigue siendo un territorio de fuerte identidad rural, donde la economía local se apoya en la agricultura familiar, la ganadería bovina y ovina, el turismo rural y la artesanía.

Fresia presenta un clima templado oceánico lluvioso, típico del sur de Chile. Las precipitaciones son abundantes y se concentran entre otoño e invierno, superando los 2.000 mm anuales. Las temperaturas son moderadas, con inviernos fríos (2°C a 6°C) y veranos suaves (hasta 22°C).

La constante humedad y nubosidad favorecen el desarrollo de bosques nativos y suelos fértiles, ideales para la agricultura y ganadería. La niebla matinal y la cobertura nubosa son frecuentes, configurando un paisaje verde, húmedo y característico del sur chileno.

La flora de Fresia pertenece al bosque templado lluvioso del sur de Chile, también conocido como bosque valdiviano. Se caracteriza por su alta densidad, humedad constante y biodiversidad vegetal. Esta vegetación está compuesta tanto por especies nativas como por especies introducidas, que han modificado parte del paisaje.

Principales especies nativas:

• Coihue (Nothofagus dombeyi): árbol de gran tamaño, considerado uno de los pilares del bosque templado. Puede alcanzar los 40 metros de altura. Su madera es resistente y se ha utilizado tradicionalmente en construcción.
• Ulmo (Eucryphia cordifolia): especie endémica muy valorada por su floración blanca y melífera. Es fuente del tradicional “miel de ulmo”, característica del sur de Chile.
• Tepa (Laureliopsis philippiana): árbol siempreverde de follaje denso y hojas aromáticas. Antiguamente sus hojas eran usadas como planta medicinal.
• Arrayán (Luma apiculata): árbol de corteza anaranjada y lisa, que crece a orillas de ríos y lagos. Posee flores blancas y frutos comestibles.
• Tineo (Weinmannia trichosperma): especie que crece en sectores húmedos y sombríos. Su madera es muy valorada en carpintería.

En las zonas más intervenidas por la actividad agrícola, se encuentran plantaciones de eucaliptos y pinos, así como cultivos de papa, trigo, avena y alfalfa. Sin embargo, la conservación del bosque nativo es una preocupación actual para la comunidad.

Fresia alberga una variada fauna asociada a sus bosques, humedales, esteros y praderas. Esta biodiversidad incluye mamíferos, aves, anfibios y reptiles nativos, algunos de los cuales están en estado de conservación.

Mamíferos:

• Zorro chilote (Lycalopex fulvipes): especie endémica del sur de Chile. Se trata de un pequeño zorro en peligro de extinción, que habita zonas boscosas densas.
• Quique (Galictis cuja): mamífero carnívoro de cuerpo alargado y hábitos solitarios. Se alimenta de roedores, aves pequeñas y anfibios.
• Monito del monte (Dromiciops gliroides): marsupial endémico y fósil viviente de los bosques templados. Es de hábitos nocturnos y arborícolas, y su presencia indica buena salud del ecosistema.

Aves:

• Cauquén (Chloephaga picta): ganso silvestre que habita praderas y campos húmedos. Se alimenta de hierbas y es símbolo del campo chileno.
• Carpintero negro (Campephilus magellanicus): una de las aves más grandes del sur de Chile, reconocible por su plumaje negro y cabeza roja. Se alimenta de insectos bajo la corteza de los árboles.
• Choroy (Enicognathus leptorhynchus): loro de color verde con pico curvo, propio de la región, que vive en bandadas y tiene hábitos gregarios.
• Lechuza blanca (Tyto alba): ave nocturna presente en graneros, campos y bosques. Se alimenta principalmente de roedores, cumpliendo un rol ecológico esencial.

Otros:

• En los cuerpos de agua y zonas húmedas de Fresia también habitan ranas chilenas, cangrejos de río, anfibios endémicos y serpientes no venenosas como la culebra de cola corta (Tachymenis chilensis).

La protección de los ecosistemas de Fresia es vital para mantener esta biodiversidad, y se han impulsado iniciativas educativas y de turismo responsable que promueven la valoración de la flora y fauna local.